domingo, 17 de abril de 2016

II República española. Miseria, represión, violencia y esclavitud

¿QUÉ PENSARÍAS DE UN PAÍS CON UN REGIMEN POLÍTICO QUE NO APOYA LA MAYORÍA DE SU POBLACIÓN?

Domina la opresión. Las calles están llenas de violencia. Hay cuerpos paramilitares, esclavitud, segregación racial, manipulación de elecciones, aferramiento al poder, levantamientos militares, miseria, mafias sindicales, crimen rampante…
No es Venezuela hoy. Ni Somalia. Tampoco es el Far West
No es algo tan distante en el tiempo ni en el espacio.
Así fue la II República Española

II REPÚBLICA ESPAÑOLA; CINCO AÑOS, TRES COLORES, UN FRACASo





De la II República Española a base de machaque propagandístico-nostálgico, hemos visto homenajes sin fin a dicho regimen, películas que lo retratan de una forma totalmente idealizada y una reivindicación constante de su memoria.

Ha quedado en el imaginario colectivo como una época que pudo ser maravillosa, un sueño no alcanzado, una Arcadia atacada por reaccioarios y fascistas que no querían respetar la voluntad del Pueblo Soberano.

Hoy, el movimiento republicano, lejos de apostar asépticamente por un modelo de Estado en el que la cabeza del mismo no forme parte de una dinastía hereditaria, remite constantemente a aquel regimen de hace casi un siglo.

La República no es algo a reivindicar por sí mismo, sino un nuevo intento de formar un regimen como aquel que se extinguió definitivamente en Abril de 1939. Sólo se recuerda a los dos gobiernos de izquierdas y si se puede elegir, el del Frente Popular.

Al periodo de 1933-1936 se le llama “el Bienio Negro” donde supuestamente los fascistas querían destruir las ilusiones del Pueblo que curiosamente les había dado el poder mediante el primer sufragio universal donde se incluía a las mujeres.
La legitimidad republicana solamente sirve si se es de izquierdas.
Es algo llamativo puesto que lo defienden personas que no vivieron aquella época y que tienen una opinión creada por convenciones heredadas unas de otras.
El segundorrepublicanista es alguien de izquierdas, muy de izquierdas, y cree que aquel regimen fue un paraiso de tolerancia, diversidad y en el que de las fuentes brotaba agua tricolor sabor ambrosía.
Hasta aquí lo que lees y oyes habitualmente en los medios de todo el mundo hispano e incluso en otros idiomas.
A partir de aquí, la realidad.

La mentira y el cuento de "Andalucía".


La mentira y el cuento de "Andalucía"

Etimológicamente Andalucía procede de al-Andalus, un invento de la burguesía masónica y culturalmente romántica del siglo XIX y XX. La Andalucía que nos imponen son cuatro reinos castellanos, que no dejan de ser la expansión y reconquista de Castilla hacia el Sur de la Península Ibérica. Y por la simple razón de que la cultura y la sangre de sus habitantes es castellana, esta tierra es Castilla, las Castillas del Sur o Castilla la Novíssima, como también se le llamaría. Nos negamos a aceptar que tenemos una identidad, cultura o lengua diferente al resto de nuestro hermanos castellanos.

Nos negamos a que por simple marketing para el turismo nos impongan que somos una mezcla y fruto de la fantasiosa “Convivencia de tres culturas” y que somos herederos de al-Andalus. Nuestra bandera no es verde y blanca, porque no somos musulmanes, la nuestra es rojigualda porque somos españoles. El padre de nuestra patria no es Blas Infante, (musulmán y masón), quien diseñó la bandera, el escudo y el himno de este invento de Andalucía. Patria sólo tenemos una y es España. Somos castellanos, hijos de los repobladores y conquistadores que recuperaron su tierra tras la Reconquista y hemos consentido ponerle fronteras a nuestro propio pueblo, Castilla. La llaman Andalucía, que proviene de al-Andalus, no sólo es para que se te remueva el estómago, es un insulto y patada a la Historia y a los que derramaron su sangre por esta tierra. En 1981 Andalucía se convirtió en autonomía histórica, ocasión que muchos aprovecharon para inventarse una nueva historia que contradijera la realidad andaluza como fruto de la reconquista y repoblación castellana. El momento más simbólico de esta tergiversación oficial fue la elección de la bandera verdi-blanca. En lugar de inspirarse en los colores de Castilla-León que aparecen en el escudo de Fernando el Santo, conquistador de Sevilla. Y en los escudos de Córdoba, Granada, Almería y Jaén, en este último se lee la leyenda “muy noble y muy leal ciudad de Jaén guarda y defendimento de los Reinos de Castilla”, la junta de Andalucía se inclinó por una bandera similar a la de Arabia Saudita. Con esta desafortunada elección a los andaluces se les obliga a llevar oficialmente los colores de los enemigos de sus antepasados castellanos. El uso del color blanco en los estandartes andalusíes fue generalizado por los almohades en 1146, cuando desembarcaron en Cádiz con la intención de reunir a todos los musulmanes de Al-Ándalus. En 1195 el sultán Ben Yusuf derrotó a Alfonso VIII de Castilla, en la batalla de Alarcos, para conmemoras esa victoria hizo ondear sobre la mezquita de Sevilla una bandera verde y blanca –la inspiradora de la actual bandera andaluza. Simbolizando la unida almohade (blanco) y la colaboración de todos los musulmanes andalusíes en la victoria sobre los castellanos cristianos (el verde color del Islam y de los Omeya).

En el siglo XVII el duque de Medina Sidonia se rebela contra la Corona hispánica e intenta proclamar la independencia andaluza con el apoyo de los moriscos capitaneados por Tahir al Horr. Como reconocimiento a esta colaboración morisca, el duque traidor enarbolaba una bandera blanca y verde, el color de la fe islámica de sus compinches sediciosos. Inspirada en estos acontecimientos históricos y basados en una fantasía histórica opuesta a la verdad, la Asamblea de Roda aprobó en 1918, el actual diseño de la bandera verdi-blanca que en aquel momento representaba una Andalucía que incluía Murcia y Badajoz. El “autor” intelectual de esta aberración de la vexilología, fue el poeta y “padre de la patria andaluza”, Blas Infante, convertido al final de su vida a la religión musulmana, último agravio a los castellanos que reconquistaron esas tierras y a los actuales andaluces, sus descendientes directos. El Estado de las Autonomías, no es ni más ni menos que la victoria de aquellos que nunca han creído en la fraternidad y solidaridad entre los pueblos de Hispania, divide y vencerás. Ellos no han tergiversado nuestra Historia, la han borrado directamente.‪#‎NadaQueCelebrar‬ ‪#‎28DeFebrero‬